Cualquiera que me conozca sabe que la tarta de queso es mi favorita, que me encanta cada una de sus versiones y que cuando salgo a cenar «siempre» la pido de postre. Por este motivo cuando Alma Obregón sacó su libro, Objetivo: Cheesecake perfecto, me dije, lo necesito. Pues bien, también me dije que tenía demasiados libros de cocina y muchísimas recetas pendientes así que me fui aguantando las ganas hasta que como me pasa siempre, no pude mas y me lo cogí en una oferta este mismo mes ;). El libro es una pasada, tiene unas recetas fantásticas y se que las terminaré probando todas, pero he querido estrenarme con este cheesecake de mantequilla de cacahuete que era el que mas me llamaba la atención.
La tarta es impresionante, he usado un molde desmontable de 18 cm de diámetro y queda altísima y con una pinta espectacular. No me ha parecido excesivamente dulce aunque si muy contundente. Está riquísima, pero te comes un trocito y te quedas tan a gusto. Imprescindible ser fan de la mantequilla de cacahuete porque obviamente se nota mucho.
Ingredientes para la base;
- 180 gr de galletas digestives
- 90 gr de mantequilla
- 1 cucharada de azúcar moreno
- 150 gr de mantequilla de cacahuete sin trocitos
Ingredientes para el relleno;
- 200 gr de mantequilla de cacahuete
- 600 gr de queso de untar
- 140 gr de azúcar
- 2 cucharadas de harina
- 4 huevos
- 65 gr de nata liquida
Ingredientes para la cobertura;
- 150 gr de chocolate
- 150 ml de nata lquida
- 1 cucharada de mantequilla
Para la base trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida y el azúcar. Forramos un molde desmontable con esta mezcla.
Calentamos 1/2 minuto la mantequilla de cacahuete y la vertemos sobre la base de galletas. Llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno.
A velocidad baja batimos el queso crema con la mantequilla de cacahuete, el azúcar y la harina. Una vez mezclado vamos añadiendo los huevos uno a uno y finalmente la nata liquida.
Vertimos la mezcla sobre la base que teníamos en la nevera y llevamos al horno precalentado a 165º durante 25 min, después bajamos la temperatura a 120º y horneamos 60 min mas.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y después refrigeramos de 4 a 6 horas.
Mientras la tarta enfría preparamos la cobertura.
Picamos el chocolate y lo ponemos en un recipiente resistente al calor. Hervimos la nata y la vertimos por encima del chocolate, mezclamos hasta que este se derrita y añadimos la mantequilla. Una vez todo incorporado dejamos enfriar hasta que coja un poco de cuerpo y lo utilizamos como cobertura en nuestra tarta.