Esta semana se cumplen 3 años desde que mi madre nos dejó y un año mas, quiero dedicarle esta entrada, que curiosamente cada vez me duele mas escribir, sin embargo luego me siento bien, necesito hablar de ella, contaros alguna anecdota y que sepais la gran persona que fue.
Estas fechas, hasta que pasa la navidad, se me hacen muy cuesta arriba. Curiosamente a mi madre en el pasado le daba mucha pena las navidades, resulta que mi abuelo (su padre) fallecio en visperas de las fiestas y a ella ese recuerdo y esa ausencia, le impedia disfrutar de esas fechas. A mi sin embargo siempre me han encantado y durante años le dije -las navidades son para disfrutar de la gente que tienes a tu lado, no para sufrir por los que no está. Porque los que están, tambien te pueden faltar, hay que disfrutar de ellos. Y los que te falta, lo hacen todo el año, no debemos dejar que nos afecte mas unos días que otros- Y así los ultimos años mi madre acabo recuperando su espiritu navideño y esperaba las fiestas con ilusión.
Recuerdo las navidades de los últimos años. La sentia levantarse temprano, pasar la aspiradora y meterse en la cocina. Entonces hacía café y esa era la escusa para venir a levantarme. A media mañana ya soliamos abrir la primera botella del gaitero, en cuanto picara la primera vecina, y mi madre sin acabar su primera copa, ya diría que le está afectando la bebida. El día trascurriria entre fogones, porque siempre decía que no iba hacer esto y lo otro porque le daban mucho trabajo, pero al final, lo preparaba…. su pastel de cabracho, sus lenguados rellenos de marisco, cualquier carne siempre que llevaran sus famosas bolas de patata…. A media tarde se quejaría de que nadie llegara nunca hasta la hora justa de cenar y tuviera que pasarse el día en la cocina sola y por este motivo yo no solía salir de casa ese día, para hacerle compañía y pasar el día de nochebuena juntas.
La primera nochebuena que pase sin ella, fue horrible, me desperté en una casa vacia, sin olor a comida, ni a café, sin sentirla entre cacharros, sin abrir las botellas del gaitero….Me repito lo mismo que le decía a ella, para seguir viendo las navidades con buenos ojos, pero es tan díficil. La echo tanto de menos…
El día de reyes no solía ser un buen día, mi madre nunca se aguantaba y siempre nos acababa dando los regalos antes de ese dia y yo me cabreaba porque me parecía que así ese día no tenías ninguna ilusión. Además jamás acertaba con los regalos y a mi eso me sentaba fatal -es que no escuchas, es que no estás atenta y compras cualquier cosa para salir del paso- siempre acababamos discutiendo. Solo recuerdo un par de años que me hiceran ilusión los regalos, de niña la casa grande de pin y pon y de mayor, el año que llego mi primer movil.
Un día, después de las primeras navidades sin ella, mi hermana estaba buscando algo en su armario y nos llamó. Había encontrado un par de regalos que supusimos había comprado ella adelantando las compras de reyes. Uno de los paquetes era ropa interior para mi hermano, en el otro por la forma, era obvio que era perfume. Supe al instante que era para mi, porque le había comentado que se me había acabado mi dolce galbana clasico y ella me dijo que no me lo comprara, que me lo cogia por reyes, porque nunca sabía que cogerme y siempre discutiamos por ello. Yo le dije que vale, pero que se acordara que era «el clasico» y la caja era como de terciopelo rojo. Cuando abrí el paqueta, ahi estaba, dolce galbana ligh, caja azúl…. llore como una tonta agarrada a aquel frasco, ojalá hubiera estado ella aquí para esas navidades y sin embargo sabía que hubieramos discutido porque se había equivocado…. ojalá hubiera sido menos dura con sus regalos sabeis, ojalá hubiera sido mejor hija… no se, supongo que son cosas que solo piensas cuando te falta esa persona.
Una virtud que tenía mi madre es que era la persona mas generosa que he conocido en mi vida, siempre la he visto dandose a los demás. Ayudando en todo lo que fuera necesario, anteponiendo muchas veces las necesidades de los demás a las suyas propias. Me contaba una vez una amiga de la familia, que en una época estaba pasando por muy mal momento, que un día se encontraba muy mal, muy deprimida y me estuvo llamando para que la acompañara, porque se sentia fatal. Yo no estaba localizable en el movil, no se donde estariía y entonces llamó a mi madre que estaba trabajando en ese momento, con la intención de localizarme, como mi madre tampoco sabía nada, pues colgó. A los 30 min mi madre estaba en la puerta de su casa, se había escurrido del trabajo para ayudarla a pasar por aquel momento. Yo no supe de esto hasta que ella misma me lo contó un día entre lagrimas. Dijo que nunca olvidaría lo que mi madre hizo por ella aquel día.
Es solo un ejemplo de como era, porque la verdad es que anecdotas como estas, tengo para aburrir, era una gran persona, muy querída por todos y por eso la echamos tanto de menos. Porque la vida no fue nada justa con ella, solo trabajo, trabajo, sin apenas tener tiempo de ver a sus hijos y cuando por fin empezaba a disfrutar de la vida…. todo se acabó.
Como cada año, entre el 31 y el 6 no voy a publicar recetas. Esta semana es para ella, para mi madre, para pensar en ella, para coger fuerzas y seguir adelante. Porque aunque pase el tiempo, no siento que su ausencia duela menos, es tan grande y tan intensa como el primer día. Mamá, se que sigues a mi lado, pero te estraño, me sigues haciendo mucha falta.

Me gusta esto:
Me gusta Cargando...