Ya hace mas de una semana que preparé estos panecillos, pero es que las fotos me han salido tan desastrosas de color que he dudado mucho si subir la receta o no. Finalmente no me he podido resistir y es que cuando los hice preparé un montón y los congelé, así cada día voy sacando uno para la hora de comer y cada día cuando me lo como pienso -jopeee que buenos, estos hay que publicarlos- y es que hasta descongelados están súper ricos. Ahora bien, os prometo que esta es la última foto desastrosa que subo, de ahora en adelante me lo curraré mucho mas, prometido.

Los panecillos son super tiernos y la idea de ponerle el toque de cheddar surgió en cuanto vi en la degustabox de noviembre el sazonador de palomitas. Resulta que tiene un olor increíble como a chettos y me parecía que tenía que quedar muy bien en el pan. No es que se aprecie en exceso este sabor una vez horneado pero indudablemente le da un toque fantástico.

Por comodidad con los levados hice la masa en la panificadora. Para trabajar la masa (hacer los bollos) untaros las manos de aceite, así no se os pegará (no es la clásica masa fácil de trabajar, aunque tampoco es que tenga mucha dificultad).

Ingredientes; 250ml de agua, 1 cucharadita y media de sal, 2 cucharadas de azúcar, 120gr de semola de trigo duro, 270gr de harina de fuerza, 15gr de levadura fresca, 1 cucharadita de sazonador cheddar y 2 cucharadas de aceite. Aparte necesitaremos un puñado de cebolla crujiente.

Ponemos en la cubeta de la panificadora los líquidos con la levadura, encima la harina con el azúcar y la sal. Programamos amasado (con levado).

Una vez esté la masa levada la sacamos a la encimera e incorporamos un buen puñado de cebolla crujiente. Le damos forma a los panecillos y los dejamos levar hasta que doblen su volumen.

Ponemos un poquito de sazonador en un poco de aceite y pintamos con ello los panecillos. Llevamos al horno precalentado 180º durante 15 min.